domingo, 3 de julio de 2016

PREGUNTA DEL FIN DE SEMESTRE


¿Como se puede prevenir una enfermedad para la cual nuestra predisposición genética nos dice que la vamos o podríamos tener a tener?

Si bien esta predisposición genética, a priori, parece escapar de nuestro control y no puede ser modificado a voluntad, estudios recientes1–4 han puesto de manifiesto que ciertos aspectos de nuestro estilo de vida (incluyendo nuestros hábitos alimenticios, de comportamiento, de actividad física o de consumo de alcohol o tabaco) tienen una marcada influencia sobre cómo se comportan nuestros genes. Dicho en otras palabras, podemos cambiar cómo se expresan nuestros genes a través de los hábitos que configuran nuestro estilo de vida.

La epigenética nos ayuda a explicar cómo nuestros hábitos y el ambiente que nos rodea pueden modular la forma en que nuestros genes se comportan, dando una visión más completa de los factores que aumentan el riesgo de sufrir determinadas enfermedades. Durante muchos años hemos dado poca importancia al daño que nuestros malos hábitos nos causaban, ya que dudábamos de su influencia y pensábamos que únicamente afectaban a nuestra propia salud. Creíamos que nuestros hijos nacerían con una genética libre de toda huella. Sin embargo, ahora hemos aprendido que esto no es así y que los cambios epigenéticos existen y pueden transmitirse de generación en generación.

Por ello, el estilo de vida que decidamos seguir hoy afectará, no solamente a nosotros mismos sino también a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos la posibilidad de optar por hábitos saludables que influyan positivamente sobre nuestra salud y sobre la de generaciones venideras, tenemos control sobre nuestro estado de salud, ¡aprovechemos la oportunidad!

BIBLIOGRAFIA

TERAPIA GÉNICA

TERAPIA GÉNICA EN ECV


La terapia génica constituye una forma de manipulación genética que trata de corregir o disminuir los efectos que ocasionan enfermedades de origen genético. Existen grandes esperanzas en el desarrollo de este tipo de terapia, sobre todo para enfermedades somáticas de origen genético que no tienen curación. Pero hay también numerosas dificultades técnicas que no están del todo resueltas. No se ha demostrado todavía eficacia clínica y se pueden producir daños irreversibles en el organismo. Por una parte, existe la necesidad de regular por medio de protocolos que deben ser rigurosamente analizados por comités de evaluación ética y científica y, por otra, hace falta un diálogo entre países, con el fin de evitar una presentación exitista de la técnica en el mercado sin mencionar sus dificultades inherentes. Una de las preocupaciones mayores es que la aceptación paulatina de este tipo de terapia, y la eliminación de restricciones, permita el uso de la técnica para terapia génica germinal y para terapia génica de mejoría, cuya validez ética es cuestionada. Usar la terapia génica en células germinales conlleva el riesgo de introducir daños genéticos en generaciones posteriores.


El sistema de vector viral más seguro para la terapia génica se basa en virus adeno-asociado recombinante (rAAV) el cual se a desarrollado y aplicado en la terapia genética del ictus isquémico.
El vector rAAV ha hecho grandes progresos en la mejora de la entrega de genes mediante la modificación de la cápside y el aumento de la expresión del transgén por encapsidación del genoma de doble cadena rAAV




BIBLIOGRAFIA





viernes, 1 de julio de 2016

STEM CELLS

TERAPIA CON STEM CELLS EN ECV


La enfermedad cerebrovascular es una importante causa de muerte e incapacidad en todo el mundo. Esta enfermedad es consecuencia de un complejo grupo de procesos fisiopatológicos que afectan la vasculatura del sistema nervioso, resultando en isquemia y modificaciones del metabolismo neuronal. Se ha demostrado que células neurales han ayudado a reparar los daños asociados a la enfermedad cerebrovascular en modelos animales y han conducido a mejoras en su capacidad física. Además, se ha observado que la aplicación endógena de células madre ocasiona neurogénesis espontánea en respuesta a la lesión isquémica y se puede mejorar a través de una adecuada infusión de citoquinas. En esta revisión se analizan diversos aspectos de la potencial aplicación de las células madre como estrategia terapéutica en el manejo de la enfermedad cerebrovascular.


El reto clínico en la ECV es lograr la restauración definitiva y a su vez, mejorar o revertir los daños en el sistema nervioso central a través de la reparación neuronal con células madre. Estas son células indiferenciadas o no especializadas que tienen la capacidad de replicarse ilimitadamente y que bajo ciertas condiciones fisiológicas o experimentales pueden ser inducidas a diferenciarse en células específicas, por lo que tienen un gran potencial terapéutico. Los científicos trabajan con Células Madre Embrionarias (CME), células madre germinales y adultas o somáticas


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